El quinto de la tarde, "Garboso", de la ganadería de Adelaida Rodríguez, salió renqueante de los chiqueros y dobló las manos antes de entrar al caballo por primera vez, pero luego tomó 5 varas, entrando cada vez desde más lejos, arrancándose al galope en todas ellas y derrochando bravura en todos los encuentros. En la faena de muleta, después de tanta entrega y acusando su invalidez, se derrumbó en los primeros compases. Un toro bravo, pero falto de poder, que puso en pie a los espectadores de "La Misericordia" en la suerte de varas. Serafín Marín volvió ha estar sobresaliente y generoso en la lidia de este toro, así como su picador, Manuel Molina. Con algo más de poder, hubiera optado a ganar el premio en esta Corrida Concurso.
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